lunes, 27 de abril de 2009

CONTRACORRIENTE


¿Por qué se marchan algunos a Oriente Medio, digamos por ejemplo a Jordania?, ¿para encontrar un poco de silencio?, puede ser probable, ¿para captar los secretos de grandes maestros espirituales que "por la larga mortificación de su yo interior" traslucen ese amor que impresiona a todos los que se les acercan? Suena más probable aún.


Creo (en mi más humilde opinión) sea esta también una reacción natural contra el bullicio de la ciudad, contra el ruido que hay fuera y sobretodo dentro de nosotros mismos, aquel bullicio, aquel ruido que no deja sitio al silencio para escuchar que tu corazón aun late, y fuerte.

No creo que justificando estar en el mundo "porque sí", "por el simple motivo de estar" o de "existir", puedes sumergirte en él como pez en el agua, "en agua turbia", sí, y asumir cualquier modo de vivir, y esto lo digo en serio (porque personalmente ya no puedo más y me parecen increibles las cosas que leo, que escucho y que veo a mi alrededor) El mundo te empuja como un río desbordado y tienes que nadar contracorriente. El mundo, es una selva densa en la que hay que ver donde se ponen los pies. Y ¿Dónde hay que ponerlos? Pues, En el dolor que nos amarga la existencia a TODOS. Sí, también a mí, a él y a ella. No eres el único que sufre. Abre los ojos ya y date cuenta que todos los días nos llegarán más pequeños y grandes dolores.

¿Te vienen ganas de maldecir? ¿Lloras todas las noches por eso?
Hay que aprender a vivir con el dolor, no digo sumergirse en él. Más sí aceptarlo y confrontarlo.

Sólo así podrás sanar las innumerables llagas que desgarran tu triste humanidad.