Abro los ojos y estoy ahí, despidiendome de los míos, veo a mi madre llorando y mi abuela abrazándola fuertemente, mis tíos y primos diciendo hasta pronto. Subo al avión, no lloro, emocionado, ilusionado, a la expectativa de todo lo que me va a pasar. Iberia y sus fly attendants me dan la Bienvenida. El estómago me da vueltas, sensación de frío y calor. Un ligero movimiento acompasado de cuellos hacia atrás. Kelly, mi compañera de viaje haciendo preguntas: What will you do in Spain? - I will study and work. - Where? - i don´t Know yet. But i just Know i will do. - You´r funny. - Ha,ha, thanks.
En las pantallas Veo un pequeño avión dirigiéndose por la selva Amazónica de Brasil. Perú, mi pueblo, mi ma', mi familia, Figo, las clases en la universidad que tenia mañana (aunque eso es ya otra historia), ya estaba todo detrás, y España dos horas más cerca.
Derepente aparecimos en la montaña rusa, caída inminente hacia la nada, corazón en mano, que si no fuera por los cinturones todos salíamos disparados de los asientos. Segundos de minuto eternos y mil cosas pasando por mi cabeza - Esto no puede acabar aquí si ni siquiera ha empezado, tengo que llegar a Madrid, y voy a llegar a Madrid...
Cierro los ojos y respiro
1...
2...
3 años han pasado ya,
...y que pasen muchos más.
